¿Lo que comemos puede afectar nuestro comportamiento?

Es común entre las personas bromear acerca de los niños que han consumido altos niveles de azúcar después de un cumpleaños ya que se piensa que tienen más energía y muchas veces pueden actuar de formas graciosas. En el fondo todos sabemos que en algún nivel la comida influye en cómo las personas nos comportamos.

Pero, ¿cuántos de nosotros comprendemos hasta qué punto nuestras acciones cotidianas son moldeadas e influenciadas por los alimentos que consumimos?

El experimento

Un experimento en el Reino Unido sobre los efectos de los alimentos sobre el  comportamiento en niños produjo resultados impactantes. Los alimentos que normalmente servimos en los cumpleaños, cargados de azúcar, colorantes artificiales y otros aditivos tienen el poder de convertir a un niño cooperativo y buen portado en un niño mal educado y agresivo.

Niños de 5 a 9 años asistieron a una fiesta donde se dividieron en 2 grupos, unos niños recibieron comida “común” de cumpleaños (dulces, torta, sándwiches, bebidas azucaradas, etc.) y el otro grupo comida más saludable (sin colorantes y preservantes artificiales, natural y fresca). Se observó y midió la habilidad de los niños para seguir instrucciones, concentrarse y recordar la información a medida que jugaban y sus acciones fueron grabadas. Los resultados del experimento concluyeron que los niños que recibieron la fiesta con comida “común” de cumpleaños tuvieron más de 81 incidentes por mala conducta como comportamiento nocivo, agresión física y niveles de energía muy altos. Sin embargo, el grupo “saludable” tuvieron tan solo 12 incidentes por mala conducta.

Entonces, podemos extrapolar de este experimento que nuestro cuerpo y mente pueden ser afectados de acuerdo a lo que ingerimos y sabotea nuestra capacidad de mantener la calma en medio de estímulos distractores, recuperar la energía y la capacidad de llevar rutinas diarias.

¿Qué alimentos tienen relación directa con nuestro comportamiento?

Por ejemplo, los carbohidratos y proteínas afectan cómo nos sentimos y nos  comportamos, afectando a los neurotransmisores de nuestro cerebro, cambiando nuestro estado de ánimo y emociones. La mayor parte de nuestra energía proviene de los carbohidratos, que nuestro cuerpo digiere en glucosa o azúcar en la sangre.

Un alimento, como el pan blanco, provoca una liberación rápida de glucosa en la sangre, y luego viene la inmersión. El azúcar en la sangre derriba, y con él, nuestra atención y estado de ánimo. Por otra parte, la avena, los granos y las legumbres tienen una liberación más lenta de la glucosa, permitiendo un nivel más constante de la atención.

Elige comer alimentos variados y balanceados para poder tener un equilibrio de los macronutrientes (proteínas, carbohidratos y grasas) que recibe tu cuerpo y que estos sean frescos, artesanales, naturales. Esto ayudará a, sobre todo, nutrir tu cuerpo y tu mente.

“Cuando se trata de lo que muerde, mastica y traga, recuerde que sus opciones tienen un efecto directo y duradero en el órgano más poderoso de su cuerpo, tu cerebro.”
– Mia Nacamulli

Author: Vania Marquina Ghezzi

Soy Psicóloga graduada de la Universidad Peruana Cayetano Heredia y Coach en la Psicología de la Nutrición acreditada por el Institute for the Psychology of Eating en Colorado, USA. Trabajo con pacientes y hago el tipo de trabajo donde realmente puede contribuir y hacer una gran diferencia en la vida de los demás.